Kaela Gallo
Si me preguntas sobre España, yo puedo hablar por horas. Me encanta el país aunque desafortunadamente, no soy española; soy muy americana. Mi amor por España viene de mi experiencia en el extranjero. Pasé mi primer año de la universidad de Suffolk en Madrid. Yo sé que es un poquito fuera de lo común pasé el primer año en otro país pero fue la mejor decisión que he hecho. Madrid, ahora, es como mi segundo hogar.
Obviamente, Massachusetts y España tienen muchos aspectos distintos, pero creo que la diferencia más grande es la cultura. Los profesores y los administradores de SUMC nos avisaron del “choque cultural” que afectan muchas personas cuando viven en un país diferente por la primera vez. La emoción, el descubrimiento, la ansiedad, la decepción, y eventualmente, la aceptación son partes de este choque cultural. Encontré que, en este respecto, soy una típica humana normal. Pasé por todos estos pasos, y cuando acepté las diferencias, me di cuenta que me encantan muchos aspectos de la cultura española.
Estamos acostumbrados al ritmo de la vida en los Estados Unidos. Trabajamos mucho y continuamente y corremos por todas partes mientras agarramos algo de comer rápidamente. La primera cosa que me encanta de España es su ritmo de vida. Es probablemente el opuesto del nuestro aquí en los EEUU. Todo es mucho más lento. Los españoles caminan despacio, se sientan por horas para comer la comida, toman tiempo para hablar con la familia, y disfrutan la vida. Recuerdo un día cuando estaba sentada en mi cuarto y mientras hablaba con mi madre, me di cuenta que estaba completamente relajada. Yo no necesitaba lanzarme porque cada día se sentía largo. Fue tan diferente comparado a mi vida en los EEUU y me encantaba.
Además de su amor de socialización y familia, su horario tranquilo, y su gran afinidad por el pan, la cultura española me cae perfectamente. Decidí que quería traer esta forma de vida a los EEUU e integrarla con mi vida aquí. Al principio, fue fácil porque todavía tenía una mentalidad española. Sin embargo, mi trabajo empezó y otra vez necesitaba vivir como los americanos. Ahora, he econtrado un tipo de balance pero eventualmente, ¡’creo que necesitaré vivir en España otra vez!