Por: Stephanie Zito
Los dedos acarician
Una guitarra con piezas del pelo rubio
Y el pelo sacude al unísono.
La voz templa
Mientras la mano se apoya en el pecho
Y el corazón palpita.
Los pies zapatean
El suelo que está cubierto de polvo
Y empieza a subir con cada paso.
De repente-
El baile para.
Y, en una luz blanca,
Ella extiende los brazos
Y puedo ver las gotas de sudor.
Las gotas de flamenco.