Por: Alisa Cherkasova
Brasil (1959)
Director: Marcel Camus
Reparto: Breno Mello, Marpessa Dawn, Marcel Camus, Lourdes de Oliveira
Premios: Oscar a mejor película extranjera (1960)
Orfeo y Eurydice son personajes conocidos principalmente de la mitología griega. Mientras Orfeo (Breno Mello) es un músico con un poder mágico entre animales y plantas, su enamorada es la hermosa Eurydice, interpretada por la estadounidense Marpessa Dawn, quién muere por la picadura de serpientes. Para ella, él está dispuesto a entrar al mundo de los muertos, con el intento de volverla a la vida. La película Orfeu Negro, aunque basada en el mito, hace mucho más que resucitar la vieja historia. Nominada a varios premios, ganó el Oscar para la mejor película extranjera – un honor bien merecido. Con la colocación de un Orfeo y Eurydice modernos (años ’50) en el contexto de Rio de Janeiro durante el carnaval, el director Marcel Camus nos ofrece una obra original y emocionalmente poderosa.
La trama empieza con la llegada de Eurydice a la ciudad. Viene a la casa de su prima, Serafina, quien es chismosa, pero simpática y cariñosa. Su carácter energético contrasta con el de Eurydice, muy inocente, perdida y temerosa de un misterioso perseguidor. Ése resulta ser la Muerte disfrazada de hombre. En la ciudad, el carísmatico conductor de tranvía, Orfeo, se enamora de Eurydice al verla por primera vez. Su problema: ya tiene una novia, la vanidosa y celosa Mira. Durante la preparación para el carnaval, su presencia e ira, más la re-apariencia de la Muerte son dos constantes peligrosas para Eurydice. Con un fin trágico digno del mito, la película logra, sin embargo, tener mucho humor e incorporar la belleza de temas de la vida y el amor. La presencia tangible de la música, disfraces y energía del Carnaval son un aspecto crítico total.
La película hace muchas referencias al mito de Orfeo – traduciendo las acciones de los personajes originales a su equivalente moderno. Los nombres (el perro Cerberus, el amigo Hermes) tienen su significado. Pero Orfeu Negro transcende la percepción básica de sólo una nueva versión de la historia. Predomina la música, poniendo énfasis en el poder de la canción en convocar el amor y reflejar la tristeza. Dos niños, Zeca y Benedito, creen que Orfeo puede hacer llegar el amanecer con su canto, representando la esperanza y oportunidad de superar el sufrimiento. Por el otro lado, la película no pierde su vitalidad por la gracia que causan los personajes como el novio de Serafina (“¿Tu prima? ¿Qué prima?”) y el vigor contagioso de la música y baile en el Carnaval.
Con ese balance, ejecutado perfectamente, Orfeu Negro resulta un placer de mirar y escuchar, provoca la risa y la tristeza, dejándolo a uno con el impacto de los temas y la misma obra. Presenta la samba y bossa nova a un público mundial y elicita un gran interés por la música brasileña, con la subsiguiente venta de millones de discos de la banda sonora. Es altamente recomendada tanto como una historia de amor, como un triunfo y clásico cinematográfico.